sábado, 27 de octubre de 2007

Los barrios ¿un problema con solución?


Como opinión personal me parece que los barrios se forman por el hecho de que las personas o familias no encuentran otros lugares donde vivir bien sea porque no pueden costear un alquiler o por no poder comprar una mejor vivienda y dichas condiciones u otras obligan a llegar allí y al no poder salir se resignan.


También creo que si es un fracaso de lo modelos económicos-sociales de cada país, al no estar completamente interesados en el proyecto y por ende no terminar de ejecutarlo.


Latinoamérica se caracteriza por tener barrios en todos o casi todos sus paises asi que creo que eliminar los ya existentes no sería la mejor solución ya que estos lugares podrían ser formas de vidas de muchas familias y si esto es así por qué no hacerlas más cómodas y agradables pero a la vez crear mejores viviendas para aquellas nuevas familias que aspiren mejor calidad de vida y así evitar el crecimiento de los barrios.


¿Quién no ha escuchado decir "Caracas es bonita de noche" cuando a los barrios se refieren? entonces por qué no hacer que los barrios de Caracas se vean bonitos y mejores en el día, por dar un ejemplo cercano.

Claro que para esto, bien sea aquí o en otro país no hay una solución rápida pero si a largo plazo. Se podría mejorar los servicios y plantear proyectos de vivienda que si se puedan cumplir y que no este de por medio el querer alcanzar el poder antes que cualquier cosa, claro que en nuestro país es muy dificil lograrlo pero no imposible, TENGO ESPERANZA EN QUE SEREMOS UN MEJOR PAÍS EN UN FUTURO.


pregunta:


¿Cree que es posible la idea de mejorar los barrios pero al mismo tiempo tratar que las nuevas familias quieran salir de alli? ¿No es contradictorio?

lunes, 22 de octubre de 2007

Arquitectura Mesoamericana.

Arquitecto Álvaro Cambefort
Cambefort y Boza es una firma panameña fundada en 1983 que se ha desempeñado con mucho éxito desde sus inicios, cosechando gran cantidad de premios y reconocimientos otorgados por la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos de Panamá.
Nuestro Estudio de Arquitectura está compuesto por un grupo de profesionales especializados en el diseño de diferentes clases de proyectos tales como, residencias, desarrollos turísticos, edificios de apartamentos, edificios comerciales, corporativos e institucionales, y llegando al detalle en los servicios de decoración. Para nuestro grupo de trabajo no existe proyecto chico o grande, todos los desarrollamos con igual interés y dedicación.
Los proyectos diseñados se identifican claramente por su calidad artística y técnica, les dedicamos tiempo y energía a la ubicación del proyecto en el entorno y a los detalles del mismo, con especial énfasis en la preservación del medio ambiente.
Para esta importante tarea que realizamos, contamos con profesionales en el campo de la construcción y diseño de proyectos y disponemos de los más modernos avances tecnológicos en el campo de computación y visualización arquitectónica.
Profesionalmente, se desempeña en Costa Rica, Nicaragua, Perú y Australia, pero principalmente en Panamá. En el ejercicio de la Profesión ha obtenido un sinnúmero de galardones por sus proyectos realizados, como es el caso de la Residencia Punta Caracol, a la cual se le otorgó el Premio Excelsa del Año 2005, como la mejor obra de arquitectura, premio otorgado por el Colegio de Arquitectos de Panamá 2005.
Proyecto: Residencia
En este paraje todo es natural y pareciera haber sido creado para servir al hombre. Posee todos los elementos constructivos a la medida humana como patrón y los componentes utilizados en sus edificaciones se han venido manejando por siglos. Por ejemplo, el uso de gruesas paredes, fachadas de grandes superficies con muy poca decoración y pintadas de blanco; volúmenes variados en los techumbres y cúpulas, emparrados o porches, son todas características propias de la arquitectura mediterránea, cuyo principal objetivo es el de proteger al individuo del exceso de sol de la región.

Para diseñar esta mansión, sueño dorado de los propietarios, fue comisionado el arquitecto Alvaro Cambefort, quien exitosamente logró desarrollar la ilusión que la pareja tenía de transportar, a este lugar, aunque fuera un trozo de Santorini, aquella isla griega famosa por la forma tan caprichosa en la que están colocadas las pequeñas construcciones, blancas en su totalidad, con detalles en puertas y ventanas del mismo azul del cielo limpio que se disfruta prácticamente todo el año. Nadie que haya visitado Santorini podrá olvidar ese paisaje único, en el que las iglesias, casas y callejones se sitúan en acantilados que miran al fondo del cráter de un antiguo volcán en extinción.
“Alvaro interpretó nuestros deseos maravillosamente”, comentan sus dueños, “aprovechó lo quebrado del terreno para diseñar una casa con el aspecto de una pequeña aldea mediterránea de varias alturas en los techos, corredores y escaleras, para conectar los diferentes ambientes internos”.
Desde lejos observamos la silueta de esta edificación con sus variadas alturas de techos, algunos abovedados y otros cubiertos de tejas, las paredes todas pintadas de blanco creando un contraste estupendo con el verde profundo del jardín que la rodea, el maravilloso azul del firmamento y el aqua de las aguas del mar que divisamos al fondo.
Sobre una pequeña cúpula, colocada en la fachada principal de la casa, observamos una figura que representa la media luna creciente, símbolo de la religión islámica. De manera natural, este símbolo, a todas luces visible, reitera la tolerancia y el respeto que existe en nuestro país hacia cada una de las razas y religiones que enriquecen nuestra cultura.
A través de dos grandes puertas en madera de teca, acabadas en tono natural con oscuros herrajes decorativos, entramos a la casa. Aquí encontramos un pequeño vestíbulo, punto desde el cual podemos tener una idea clara de la distribución interna de la vivienda.
Las áreas de habitación de la familia están totalmente independientes de los ambientes sociales y los aposentos de los invitados. Un pequeño corredor nos dirige al área familiar, encontrando como primera habitación un acogedor family room donde padres e hijos se reúnen a conversar o ver televisión antes de irse a dormir.
Todos los dormitorios son ambientes sumamente espaciosos, con grandes ventanales y cada uno de ellos posee un pequeño balcón. En las recámaras de los niños, los balconcitos miran a una pequeña ladera cubierta por una vegetación maravillosa que crea un bosquecito, donde resalta el naranja de las flores de los árboles flamboyanes.
La recámara principal es también espaciosa y está iluminada, más que por los grandes ventanales, por pequeñas ventanas colocadas estratégicamente en la parte superior de las paredes. “Lograr áreas amplias y bien iluminadas fue un requisito primordial en diseño”, nos comentó su propietaria con alegría.
El balcón de esta habitación tiene una pequeña pérgola que crea un interesante área de luz y sombra. Desde allí se disfruta del verde de la naturaleza, pero también se puede apreciar la inmensidad del mar.

Junto al family room, nos llama la atención una pequeña pieza dedicada a la oración, colocada en dirección a la Meca, Ciudad Santa del Islam, ubicada en Arabia Saudita. Todo aquí es blanco y en el piso encontramos pequeñas alfombras donde los hombres ofrecen el “namaz”, forma de rezo que se practica varias veces al día. Como única decoración encontramos dos piezas de plata colocadas en las paredes, una con el nombre de Allah y otra con el de Mahoma.
Regresamos a nuestro punto de partida por un interesante corredor flanqueado por ventanas de madera y vidrio, en un lado, y un pequeño oasis, en el otro, este último cubierto por un emparrado, elemento que tamiza la luz y permite la ventilación. Este corredor nos lleva al pequeño vestíbulo de las áreas sociales, desde donde se puede visitar el área destinada a las recámaras de visitas, la cocina o el área social.

Empinadas y muy bien iluminadas por la luz que se filtra desde un tragaluz en la parte superior del techo y del jardín interno, sendas escaleras sirven de guía a las alcobas de visitas. La amplitud y la iluminación son también características de estos aposentos. Pequeños balcones igualmente permiten a los huéspedes disfrutar de un extraordinario paisaje y sentirse integrados a la naturaleza
La cocina es otra de las estancias a las que se llega desde este vestíbulo. Es un lugar que realmente estimula los sentidos. No sólo está llena de vivos colores y una nitidez increíble, sino que su diseño permite apreciar claramente la belleza natural del ambiente que la rodea.
Entramos al área social y nos llama la atención lo monumental de este ambiente de forma semicircular, en forma de torreón, y las formidables columnas que soportan la cúpula central. Este gran espacio abierto alberga tres niveles.

El nivel inferior es el de mayor radio, ya que sirve de base para las dos losas superiores. En la parte central está el comedor, al que se accede desde el nivel inferior a través de dos escaleras ubicadas, cada una de ellas, en los laterales del semicírculo. Finalmente, el den se encuentra exactamente sobre el comedor. La vista que se aprecia desde este salón es maravillosa ya que son muchos y muy amplios los ventanales ubicados ordenadamente en las altas paredes del torreón. La silueta de unos cocoteros balanceándose suavemente por la brisa marina, el subir y bajar de las olas, al igual que las coloridas pangas de los pescadores de la región, ofrecen un panorama extraordinario.
Desde el área social, salimos a una gran terraza techada desde donde se aprecia el mar en su totalidad. Un gran espejo de agua de forma irregular, revestido en mosaiquillos en variados tonos de azul, crea un efecto maravilloso con las blancas paredes de la fachada y el verde del bien cuidado jardín.

Una escalera zigzagueante se abre camino desde el pequeño montículo donde está colocada la casa hasta la playa. Aquí, nuevamente, vemos el símbolo musulmán de la media luna creciente.

Son muchos los años que han pasado desde que el patriarca familiar se estableciera en nuestro país, echara raíces e iniciara una familia que mantiene sus creencias y principios, pero que ha logrado integrarse a nuestro medio sintiéndose orgullosa de ser panameña.

para ver más proyectos de la firma les recomiendo que visiten la página:

lunes, 15 de octubre de 2007

¿De dónde venimos?

PANAMÁ


Panamá es donde las culturas indígenas y europeas se unen para formar un país inigualable. La arquitectura a través del país refleja los diferentes grupos que la habitan. La Comarca Kuna Yala de los aborígenes Kuna con sus chozas, marca un contraste con las casas construídas por los inmigrantes suizos, yugoslavos, suecos, alemanes y norteamericanos en los estilos propios de sus países.



La República de Panamá es un país de América Central, ubicado entre Costa Rica y Colombia, el Mar Caribe y el Océano Pacífico.
Panamá La Vieja es el nombre con que se conoce a los vestigios arquitectónicos del Conjunto Monumental Histórico de la primera ciudad española, fundada en la costa del Pacífico de América el 15 de agosto de 1519 por Pedro Arias de Ávila. Desde aquí salieron las expediciones que culminaron con la conquista del Imperio Inca del Perú en 1532. Además, fue punto terminal de una de las rutas comerciales más importantes de la historia del continente americano y que giró en torno a las famosas ferias de Nombre de Dios y Portobelo y en el cual se estima que durante su período de vida pasó casi todo el oro y la plata que obtuvo España de América.
La ubicación de Panamá la Vieja tenía muchos inconvenientes. No había agua fresca y estaba rodeada de pantanos y manglares, haciéndola muy propensa a diversas epidemias y enfermedades. El puerto local era muy llano, lo que no permitía barcos de mayor calado. No obstante, el mayor problema era la forma de la ciudad, larga y en forma de L, lo que la hacía difícil de proteger y vulnerable a los ataques piratas.
Su incendio, destrucción y saqueo ocurrió en 1671 cuando fue tomada por el pirata Henry Morgan, lo que produjo la mudanza y construcción de la nueva ciudad de Panamá en 1673 y que hoy se conoce como Casco Antiguo. Panamá La Vieja es uno de los atractivos urbanos que puede visitarse fácilmente y recorrer sus monumentos caminando por sus viejas calles empedradas cubiertas de césped para conocer su historia de más de 476 años. En la actualidad se han iniciado excavaciones arqueológicas dirigidas a su restauración y su administración se lleva a cabo por un Patronato conformado por el Gobierno, un Club Cívico y la Empresa Privada.
Las ruinas de la antigua ciudad todavía se mantienen incluyendo la torre de su catedral y son una atracción turística conocida como el conjunto monumental histórico
de Panamá la Vieja, reconocida como patrimonio de la humanidad.


Nuestra Señora de la Asunción, Panamá Viejo

Siendo un punto de encuentro en la historia de los países Latinoamericanos, Panamá es un país formado por varias culturas y tradiciones que le han dado una profundidad única y un ambiente exótico. La diversidad étnica se refleja en productos tradicionales como los tallados de madera, máscaras ceremoniales, cerámicas, como también en la arquitectura, comidas y festivales.
En lo que hoy es el casco de la ciudad colonial, que se inicia en la Plaza de Francia, aún pueden verse los restos de las sólidas murallas, minúsculas fortalezas, desde las cuales vigilaban los centinelas. Allí se alza también el monumento en honor a los ingenieros franceses, iniciadores en la construcción del Canal Interoceánico y doce lápidas de mármol relatan la historia del Canal.Ayer, como hoy, la imponente Catedral Metropolitana, frente a la Plaza de la Independencia, domina el área que concentra construcciones de la época colonial, algunas en ruinas, otras en uso.Ciento ocho años se invirtieron en la construcción de calicanto de la Catedral, consagrada en 1798. Sus torres, adornadas con madreperlas que brillan con el sol, todavía dejan escuchar tres de las campanas que fueron testigo del esplendor, la gloria y la destrucción de la antigua ciudad.


Las Bóvedas en la Plaza de Francia

También frente a la plaza, está el histórico Palacio Municipal donde, el 3 de noviembre de 1903, se firmó el Acta de la Independencia. En una avenida lateral, cercana a la plaza, se levanta la Iglesia de San José, que data de 1671. Allí se encuentra el famoso Altar de Oro, de estilo barroco, que decoraba el templo de los religiosos Agustinos en Panamá La Vieja y que fue salvado de la codicia de los piratas cubriéndose con albayalda. En la misma avenida, desafía a los siglos el famoso Arco Chato, de 50 pies de largo por 35 de alto, maravilla de ingeniería que fue sostén del desaparecido coro del Convento de la Orden de los Dominicos. Se dice que la decisión final de construir el Canal por Panamá se debe al Arco Chato, prueba inequívoca de que Panamá, además de su posición geográfica, ofrece la ventaja de no sufrir terremotos. Al lado se encuentra el Museo de Arte Religioso Colonial.El Palacio Presidencial, con su patio morisco y una fuente llena de, ofrece al visitante los murales de Roberto Lewis.